La desastrosa guía de Vogue sobre los Góticos.

Hace un tiempo hablaba en una entrada de que de vez en cuando las revistas de moda pueden sernos de utilidad. Con todo, hay días en los que te topas con artículos que hacen que tu opinión sobre una revista caiga estrepitosamente. Por medio del blog The Ultimate Goth Guide, he conocido de un artículo publicado en la página web de Vogue Italia. Sé que Halloween está algo pasado, pero es que he tenido este artículo en el baúl durante muchos días y creo que apesar de ello sigue siendo "interesante".

El artículo en cuestión se llama "Guide to Gothic Chic", y es deprimente (en el peor de los sentidos posibles). Por un lado porque es increíble la visión tan absolutamente deformada que ofrece sobre la subcultura gótica, tanto desde el punto de vista meramente estético como cultural. Y en segundo lugar porque se refiere a la estética gótica como ejemplo para lograr un buen disfraz de Halloween. No me parece mal que quiera tratarse Halloween desde un punto de vista más sofisticado, o que se asocie Halloween con los Góticos porque es obvio que hay lazos. Pero de ahí a que se deje en el mismo nivel nuestra estética con un mero disfraz, es completamente distinto.

El artículo está en inglés, así que resaltaré alguno de los puntos más desastrosos. Para empezar, dice que el estilo Gótico Victoriano tiene como una de sus premisas llevar el pelo hecho un desastre. Lo normal es que sea completamente lo contrario, que en la estética victoriana se opte por peinados más bien muy elaborados.

Compara el movimiento Gothic Lolita con algo así como "niñas victorianas con aspecto de prostitutas". Lo que resalta el Gothic Lolita es precisamente la dulzura y la inocencia, y de hecho tiene un código de vestir estricto sobre largo de faldas o la cantidad de piel que es adecuado mostrar. 

Luego poner en relación a Marylin Manson con Robert Smith, cuando ni pertenecen al mismo estilo musical ni tienen nada que ver entre sí, además del consabido cliché de tildar al señor Manson de gótico. Esto lo digo con todo mi respeto hacia él y sus seguidores, teniendo en cuenta que su música se clasifica dentro del Metal y no del Gótico.

Posteriormente, da a entender que la única forma de lograr una estética refinada exige gastar muchísimo dinero y la misma cantidad de "majadería", y pone como ejemplo a Taylor Momsen.

A continuación se refiere al "Cartoon Goth", con cuyo término quiere decir que el estilo gótico no deja de ser una especie de disfraz ridículo, poniendo en el mismo saco a Morticia Adams, los personajes de Crepúsculo y las protagonistas femeninas de "The Ring" y "Déjame entrar" (versión americana, obviamente).

Y para finalizar, identifica a los góticos más jóvenes o adolescentes con el movimiento emo.

Para colmo, el artículo se acompaña con una colección de fotos de Góticos que aparecen luciendo sus mejores galas en festivales y eventos, ropa con la que ellos se sienten bien y se ven geniales, pero el articulista los toma como ejemplo para un disfraz de Halloween.

En conclusión, un artículo desastroso por la visión que aporta y por la cantidad de equívocos. No sé si habrá sido mi subconsciente, pero desde luego hace mucho desde la última vez que compré la revista, y después de leer esta clase de cosas, me planteo el volver a hacerlo en mucho tiempo.