martes, 29 de noviembre de 2016

Mis creaciones: personalizando un vestido y reciclando una chaqueta de terciopelo.

Como he comentado por Facebook, la semana pasada me había tomado unos días de descanso extra y los he aprovechado para, entre otras cosas, avanzar en mis proyectos de costura. Porque cuando acabo alguno, siempre se me ocurre otro nuevo ;).

Estuve acortando una túnica de gasa y encaje y me sobró una pieza de encaje muy bonito y bastante grande. Así que empecé a darle vueltas a ver qué podía hacer con él. Porque una de mis divisas es que toda prenda mejora exponencialmente cuando le añades encaje, pasamanería, puntillas y cosas similares (Madame Macabre dixit).

Opté por añadirle unas mangas nuevas a un vestido de H&M que me encanta y uso mucho. El diseño es bonito, pero no tiene ningún detalle que lo haga un poco más especial. Así que procedí a coser a máquina las dos piezas de encaje, que creo que han quedado muy bien.




Mi segundo proyecto era uno que llevaba meditado desde hacía más tiempo. El año pasado mi madre me regaló una chaqueta de terciopelo negro de Cortefiel que se había quedado tirada de precio. La chaqueta me gustaba porque, además de ser negra y de terciopelo, el tejido es grueso y bastante calentito. Además le añadí por mi cuenta unos botones militares que le quedaban muy bien.



El problema es que el diseño de la chaqueta era muy cuadrado, con unos bolsillos enormes y no me favorecía demasiado. Como ya tengo otra chaqueta de terciopelo negro, aunque nunca se tienen suficientes chaquetas de terciopelo (segunda norma de oro 😉), decidí convertirla en una torerita (o spencer, si nos ajustamos al vocabulario de la moda del XIX). Y es que soy de la opinión que si tienes una prenda en su armario que no has utilizado en meses o años, mejor intentar darle alguna salida, aunque sea correr un riesgo.

Lo primero que hice fue recortar la chaqueta a la medida que quería para quedara por debajo de la línea del pecho.



Como he comentado antes, el tejido de esta chaqueta es bastante grueso, lo cual dificultaba mucho a la hora de hacerle un dobladillo. Así que opté por otra alternativa. Primero cosí el bajo de la chaqueta para cerrar la costura.




Evidentemente, aunque queda mejor que hacerle un dobladillo, no queda muy estético que se vea la costura del dobladillo deshilachado. Lo que hice fue coserle una tira de pasamanería negra en la parte inferior para camuflar la costura.


Y el resultado final es una fantástica torerita muy agradable y calentita para el invierno que probablemente sí usaré mucho.



Mis compras en el súper black gothic Friday ;)

El Black Friday fue un día muy curioso y completo para mi. No esperaba ir a la búsqueda de nada particular, pero acabé encontrando algunas buenas ofertas y más de una sorpresa.

Mi día comenzó con el encuentro entre una camisa de Bershka y yo. Fue amor a primera vista. Esta prenda tiene todas las cosas que me gustan, y además juntas. Es negra, tiene rayas, pequeñas chorreras y bordes rizados, lazos y un delicioso aire victoriano. Su precio original era de 20€ y se quedó en 14€. La única pega que le achaco es que la parte de los brazos es un poquito estrecha y tienes que ser cuidadosa para que los detalles queden donde deben al ponértela.





Mi segunda presa no fue amor a primera vista porque ya nos conocíamos del día de anterior. Se trataba de un chaleco largo de pelo y lana que había visto en Stradivarius. Me gusto el diseño y el estilo muy combinable con mis días de estilo "bohemio oscuro", pero el precio (30€) no me gustaba tanto. Con el descuento del Black Friday quedaba rebajado al precio de 24€, mucho mejor.



Mi sorpresa fue encontrar la película El Cuervo, una de mis favoritas de todos los tiempos, en bluray con una rebaja del 50% en Mediamark, con lo cual se quedaba en 8€. Es una pena que no sea una edición muy trabajada ya que aparentemente no tiene ningún tipo de contenido extra. Pero se agradece que al fin la hayan editado en bluray en España.


Y mi otra sorpresa fue un regalo anticipado de Navidad de parte de los padres de mi novio. Fue un bolso que me pareció gracioso que había visto en Aliexpress y la verdad es que no me lo esperaba. De hecho, Monsieur Macabre ya había dado el bolso por perdido en algún lugar. Es de polipiel, para llevar a la espalda y tiene pequeños bolsillos interiores. Sus alitas de murciélago me parecieron encantadoras.





Y estos fueron mis hallazgos en aquel tremendamente lluvioso día. ¿Qué tal os fue a vosotros? ¿Encontrastéis alguna ganga?

Cine: Suspiria.

Título: Suspiria.
Director: Dario Argento.
Actores: Jessica Harper, Stefania Cassini, Flavio Bucci.
Año: 1977.
Género: Terror, Giallo.
Valoración: 7,5/10.


Dicen de Suspiria que es la cinta de terror más bella jamás rodada, y probablemente estén en lo cierto. La verdad es que siempre he sido recelosa de Dario Argento pues lo que conocía de él era su versión de El Fantasma de la Ópera, que no me gustó nada. Pero mi novio me animó a ver esta película diciéndome que me olvidara de la imagen que tenía del director italiano. 





Esta cinta se enmarca dentro de un subgénero cinematográfico de origen italiano conocido como Giallo, mezcla de cine de suspense y de terror, muy popular en los 70, donde son habituales las referencias a elementos sobrenaturales y se da mucha importancia al aspecto visual de las historias que se cuentan.

En Suspiria, es tan importante lo que se cuenta como la manera en la que se cuenta. Se inicia con una historia sencilla, la llegada de una estudiante americana a una escuela de ballet en Alemania donde se ha producido el asesinato de una de sus alumnas. Los fenómenos extraños se suceden, los cuales hacen sospechar a la protagonista que alguien o algo terrible se esconde en esa misteriosa escuela.






En su puesta en escena destaca ese fabuloso código de colores saturados, donde se contraponen sangrientos rojos, color que está presente en toda la cinta, con azules misteriosos. Los escenarios parecen sacados de un cuento de hadas de la Belle Époque, con referencias al expresionismo alemán y a cuentos populares como Blancanieves, el cual fue una de las grandes inspiraciones del director para su historia. 




Los personajes son igual de misteriosos, moviéndose siempre en los claroscuros ante las sospechas de Suzy, la protagonista, de que alguno de ellos pueda ser el asesino. Al ver la cinta, también hay que contemplar su interpretación y su manera de hablar, muy teatral y expresiva, casi exagerada, desde la perspectiva del contexto y de la época. Se mueve a medio camino entre el cuento de terror gótico y la obra de teatro.






En definitiva, Suspira es una experiencia visual acompañada de una particular banda sonora en la resolución de un misterio envuelto en claves sobrenaturales. Una obra de culto que merece la pena ser vista si eres amante del género.

Decoración gótica: velas y candelabros.

Las velas son un elemento decorativo muy interesante porque no sólo se integran en una habitación como uno de sus elementos, sino que proporcionan una luz tenue e incluso aromas, por lo que crean una atmósfera muy especial. Además de decorar por sí mismas a través de sus diferentes formas y colores, las velas también pueden emplearse como elemento decorativo aderezándolas con bonitos candelabros y objetos similares.