domingo, 18 de abril de 2010

Uñas sanas y bien cuidadas.

A la hora de pintarme las uñas siempre he preferido los colores oscuros, a veces el negro, de vez en cuando el morado, pero sobre todo el rojo. Pero con las uñas sucede igual que con el pelo, los colores oscuros siempre las maltratan más que los colores claros, pueden acabar tomando un color amarillento con el tiempo, dar la impresión de estar secas o simplemente partirse. Para mantener mis uñas sanas y bonitas, sigo una disciplina sencilla.

1 - Alternar colores oscuros con claros y con períodos de descanso: Cuanto más oscuro es el color, más ataca a la protección natural de las uñas. Por eso trato de ir alternando colores oscuros con claros. Si durante un par de semanas he llevado las uñas en rojo, las dos semanas siguientes utilizo un color mucho más claro, como un rosa pálido o un crema, o simplemente un color transparente. Si esos colores me tienen un poco aburrida, me queda la manicura francesa, que siempre me ha parecido muy elegante (si se hace bien por supuesto, que no suele ser mi caso). También está la versión oscura para quien le resulte demasiado cursi, que es emplear negro en vez de blanco para pintar el extremo. Se sigue empleando un color oscuro pero no sobre toda la uña, con lo que no se la "maltrata" tanto. O también se pueden optar por otras combinaciones de colores. Incluso si se tiene habilidad, y un pincel bastante fino, se puede decorar un sencillo rosa pálido con dibujos como flores o lazos. No obstante, es bueno dar períodos de descanso a las uñas. Una vez despintadas dejarlas unos cuantos días (o incluso más, si se quiere) sin pintar.

2 - Emplear buenos productos: no significa que los productos tengan que ser de la marca tal o cual, pero sí es adecuado buscar productos de cierta calidad que cuidan y protejan las uñas. Y no sólo en lo que a los esmaltes se refiere. Más que el algodón, es importante usar un buen quitaesmalte que retire eficientemente la pintura (así de paso se ahorra en algodones), que no reseque las uñas y, a ser posible, que no te intoxiques cada vez lo uses. Después de probar varios, el mejor que he encontrado es el de Maybelline (cuesta unos 12€ pero cunde muchísimo), retira la pintura con mucha facilidad, sean colores claros u oscuros, deja las uñas suaves y no huele.

3 - Protectores y endurecedores: tras retirar el esmalte, siempre aplico un poco de gel protector y endurecedor, con independencia de si voy a pintarme las uñas a continuación o no. Estos productos, ya sean en gel, esmalte o crema, ayudan a reparar las uñas dañadas y a mantener sanas las que ya lo están. Las hidratan y las endurecen. A mí no personalmente me gusta llevar las uñas largas, pero los endurecedores son el producto ideal para quien le guste llevarlas un poco más largas de lo habitual.

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