El Colgado se presenta como la doceava carta del Tarot, cuya carta complementaria es la Rueda de la Fortuna. En tiempos pasados también recibió otros nombres como "El Sacrificio" o "La Víctima". Representa la expiación sufrida o deseada, el pago de las deudas, la rabia, el castigo y la traición. También se refiere a la esclavitud psíquica, la cadenas sentimentales, los remordimientos o el deseo de liberarse de un gran peso. En un Tarot francés del Siglo XVIII, esta imagen se llamaba "La Prudencia", y le corresponde la doceava casa zodiacal.
Los brazos y las piernas del Colgado dibujan una cruz sobre un triángulo como símbolo alquímico de la consecución de la Gran Obra. Simboliza a la víctima de sus pasiones y de sus prejuicios. Pero representado como un hombre cuya cabeza se dirige hacia la tierra, también hace alusión a una figura pasiva que espera recibir las energías naturales y cósmicas. Por oposición a las once cartas anteriores, que simbolizan la iniciación activa, el Colgado representa así la iniciación pasiva.
Fuente: Dictionaire des Symboles, Jean Chevalier et Alain Gheerbrant.
Fuente: Dictionaire des Symboles, Jean Chevalier et Alain Gheerbrant.
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