Ideas y looks inspiradores para llevar el corsé todo el año.

El corsé es de mis prendas de vestir favoritas, y no quiero tener que renunciar a él en ninguna época del año. Pero no es lo mismo llevar un corsé en invierno que en verano, pues las altas o bajas temperaturas me obligan a adaptar mi vestuario a las circunstancias.

-Corsé en invierno: lucir un corsé significa que ha de verse bien, pero también es necesario guardarme del frío. En invierno mi combinación favorita es llevar el corsé sobre un top, jersey o camisa. De esta manera me protejo del frío y al mismo tiempo llevo el corsé de manera que no quede oculto. Con independiencia del cuello o escote que se lleve, siempre quedará bien con un corsé colocado encima. Aunque si se quiere lucir un poco de escote, lo mejor es encontrar un corsé que dibuje la misma forma del cuello de la prenda que se lleva debajo. Si el top que llevo es aún así un poco fino para la temperatura exterior, en vez de usar uno más grueso, y quizás sentirme más incómoda, puedo añadir una torerita o spencer de manera que se seguirá viendo el corsé e iré un poco más abrigada.

-Corsé en verano: aquí el problema es el contrario. El calor puede hacer que llevar una prenda como un corsé, que va ajustado y bien ceñido al cuerpo, sea algo incómodo cuando el calor ya es por sí solo agobiante. Ciertamente como mejor queda un corsé es bien ajustado a la cintura, pero llevar una prenda tan pegada cuando hace tanto calor me resulta incómodo. Mi primera opción es elegir corsés semirígidos en vez de uno completamente rígido, de manera que deja más espacio al cuerpo para respirar. Pero cuando el verano está en plena efervescencia, prefiero sustituir el corsé clásico por un símil mucho más cómodo y fresco: los tops corseteros. Es decir, escoger un top que imita el aspecto de un corsé, pero que carece de ballenas y que al ser de tejidos como algodón, dejan transpirar la piel mucho mejor.

-Corsé en otoño y en primavera: no hace el bastante frío para llevar un jersey o top grueso bajo el corsé, pero tampoco el suficiente calor como para llevar un corsé de palabra de honor o de tirantas sin nada encima. En este caso mi mejor aliada es, de nuevo, la torerita. Me permite seguir luciendo mi prenda favorita al mismo tiempo que me cubre los hombros y los brazos, que son precisamente las partes que quedan al descubierto. Lo práctico de la torerita es que además me permite llevar un corsé palabra de honor con un sujetador normal (los que no tienen tirantas me resultan muy incómodos) sin que se vean las tirantas. Otra opción es complementar el corsé con tejidos más finos, como el encaje, que aislan lo suficiente de la suave brisa otoñal/primaveral, pero no agobian. O también se puede llevar con un top de manga corta, y dejar la torerita en el bolso por si el tiempo refresca.