Reseña cine: La mujer de negro (2012).

Título: La mujer de negro.
Género: Terror.
Año: 2012.
Director: James Warkins.
Actores: Daniel Radcliffe, Janet McTeer, Ciarán Hinds.
Valoración: 6/10.

Arthur Kipps viaja a un remoto pueblo con el objeto de verificar el testamento dejado por una anciana. Para ello, el joven abogado debe inspeccionar la vieja mansión a fondo. Estando en ella comenzará a experimentar extraños sucesos, todos ellos relacionados con la aparición de una mujer de negro que parece aterrorizar a los lugareños.

La verdad es que tenía muchas ganas de ver esta película. Partiendo de una gran historia, con buenos actores y teniendo como respaldo a la Hammer, pensé que podía surgir un buen producto final. Pero lo cierto es que el resultado ha sido bastante decepcionante.

En los aspectos técnicos, han sabido hacer buen uso de los medios de los que disponían. Los escenarios son fantásticos, en particular los relativos a la vieja casa victoriana. La decoración de la misma es fabulosa, de manera que la propia casa logra convertirse en un personaje más de la cinta. La decoración es muy acertada, repleta de retratos, escalofriantes juguetes y muebles polvorientos, todo ello repartido a lo largo de oscuros pasillos y tenebrosas escaleras. Tengo que reconocer que han sabido usar muy bien todos esos recursos junto con el sonido, la iluminación y la música. Así que en ese aspecto, la cinta sobresale.

Sin duda la ambientación es la mejor parte de la película, pues ayuda mucho a recrear una atmósfera oscura, misteriosa y terrorífica.

No obstante, todo ello debe apoyarse en una buena historia y en buenas interpretaciones. Respecto del primer punto, la historia carece de la fluidez que debiera. En particular porque el elemento central de la historia, la razón que motiva el deseo de venganza de la mujer de negro, está muy mal explicado y no llega a entenderse del todo bien. En ocasiones, en particular hacia el final de la película, la historia se desenvuelve torpemente, llegando a momentos en que no le encuentras mucho sentido a las acciones de los personajes para acabar con un final tremendamente previsible.

En cuanto a las interpretaciones, no es que Daniel Radcliffe no haga un buen papel pues de hecho lo hace, es que desgraciadamente no le acabas de visualizar como un adulto. Aunque se supone que el actor tiene 23 años, no los aparenta ni de lejos. Ello sumado a un doblaje infantil (lo ha doblado el mismo que ya lo doblaba en la saga de Harry Potter) hace que te sea imposible imaginarlo con el personaje que se supone que interpreta. De hecho, aunque su personaje es padre de un hijo de cuatro años, más bien parece su hermano mayor. Por eso os aconsejo que si podéis, la veáis en versión original, lo cual probablemente ayude. Y sobre los demás actores, cumplen en sus papeles pero sin destacar más allá, pues al fin y al cabo Radcliffe es el gran protagonista de la cinta.

En cuanto a la película como cinta de terror, comienza bien para luego ir cayendo en los tópicos del cine de terror actual. El miedo que puede darte la cinta es puntual: escenas concretas que se aprovechan de un ruido, de la aparición repentina de un personaje o de un chillido. A lo mejor te asustas por un momento porque algo sucede de repente, pero luego se te pasa. En suma, la película no logra una verdadera atmósfera terrorífica que te mantenga en tensión toda la cinta.

Otro de los tópicos son relativos al personaje de la mujer de negro. Han optado en varias escenas por un maquillaje con los ojos completamente negros sobre un rostro extremadamente pálido, queriendo recrear un aspecto tétrico y sobrenatural pero que no termina de convencerme. De hecho, la mujer de negro de la versión anterior tenía más carisma, por llamarlo de algún modo, haciendo uso de unos efectos más discretos. A ello hay que añadir que la mujer de negro tiene escenas en las que se asemeja más a una arpía chillona que más que caminar, vuela. Creo que han abusado de ese tipo de efectos, tanto para ella como para algunos de los niños que aparecen.

En conclusión, una fantástica ambientación, una historia no siempre narrada lo bien que se hubiera podido, un Daniel Raddcliffe que hace un buen papel si obviamos el asunto de la edad, y varios tópicos de cine de terror contemporáneo que se podían haber ahorrado. Con todo, sí hay que agradecer que la película no se eterniza pues en verdad dura 95 minutos que se pasan bastante rápido.

Podéis ver la reseña de la versión anterior de 1989 en este post.

Lo mejor: la casa y su atmósfera.
Lo peor: el abuso de los sustos puntuales.