Reseña Cine: Frankenwinnie.

Como diría Calvin, estos días "he sido irremediablemente retenida". Y es que he tenido que ocuparme de asuntos personales, familiares y hasta pseudolaborales... Así que ni me cabeza estaba en su sitio ni he podido dedicarle tiempo al blog. Retomo las entradas con renovada energía e ilusión pues tenemos muchos temas pendientes :). Igualmente voy respondiendo poco a poco a vuestros comentarios.

Aprovechando que ayer fui al cine a ver Frankenweenie, me parecía oportuno hace la reseña, ya que siempre es más útil cuando la película está todavía en cartel.

Título: Frankenweenie.

Director: Tim Burton.

Actores: Catherine O´Hara, Martin Landau, Christopher Lee, Winona Ryder, Charlie Tahan.

Año: 2012.

Valoración: 9/10.

Víctor Frankestein es un niño introvertido que pasa las horas jugando con su perro Sparky. Aficionado a la ciencia y a las películas de monstruos, disfruta jugando en su desván con su mascota mientras evita relacionarse con otros chicos de su edad. Todo cambia cuando Sparky muere en un accidente. Víctor decide entonces probar a revivirlo por medio de un experimento. Y al lograrlo, las consecuencias del mismo repercutirán sobre toda su pequeña ciudad.

Andaba muy desencantada con Tim Burton. "Alicia en el País de las Maravillas" no me gustó, y "Sombras Tenebrosas" (a falta de una futura reseña) me supo a poco. Por primera vez desde "Sweeny Todd" he vuelto a ver a un Tim Burton que ha recuperado su esencia.

La historia mezcla la ciencia ficción con el humor y la tierna relación de un niño y su perro. La trama se va desenvolviendo de una manera fluida hasta llegar a un clímax final y un  final relativamente abierto. En cuanto a la descripción de los personajes, se centra sobre todo en Víctor y su perro, mientras que los secundarios aparecen más vagamente descritos. Quizás hubiera echado en falta unos minutos más de metraje para situarlos bien dentro de la historia y describir su relación con Víctor.

En cuanto al otro gran protagonista, Sparky, me encanta cómo ha sido retratado y lo bien se reflejan los rasgos característicos de un perro en su animación, como los pequeños saltos, su forma de jugar o de relacionarse con su dueño.

Uno de los aspectos que más me han gustado de la película es la cantidad de homenajes que hay a iconos del cine clásico e incluso a las propias películas de Burton. Desde la aparición de Christopher Lee por medio de la película de Drácula hasta la "sombra de Nosferatu" es una escena de subida de una escalera, la pequeña cometa de Batman o los monstruos al más puro estilo "Godzila" a los que Burton era tan aficionado en su infancia.

Por otro lado, he podido apreciar muchos de los detalles clásicos de las películas de Burton, tanto en el plano dramático como estético. En el primero, nos encontramos con el arquetipo de protagonista burtoniano: un niño solitario, con un gran mundo interior, y que disfruta con sus propios pasatiempos pero muy poco con las actividades de grupo. Lo acompaña un elenco de curiosos personajes secundarios dentro de un escenario estilo años 50 que me recordó mucho al barrio de Eduardo Manostijeras, con un cementerio y un molino (como en Sleepy Hollow).

En lo estético, tenemos los elementos clásicos de las películas de Burton: grandes ojos y cuerpos estilizados, estampados de rayas, costurones, criaturas de aspecto extraño y ese genial profesor de ciencias que es un vivo retrato de Vincent Price.

Haciendo referencia a otros aspectos técnicos, la animación stop-motion es verdaderamente fluida pero mantiene el encanto que la diferencia de la animación digital. La música de Danny Elfman acompaña muy bien el entorno, y creo que recrear la historia en blanco y negro ha sido un gran acierto. Le da una atmósfera muy particular.

En suma, pienso que ha sido una fantástica película, donde Tim Burton retoma sus iconos y señas de identidad, sin dejar de ser un curioso retrato del propio director y de su infancia, pues hay mucho de él en el protagonista. Hay una perfecta mezcla entre una historia tierna, donde el director deja entrever sus propias inquietudes (la obsesión por encajar, la soledad, la obsesión por la competitividad, el miedo de la gente a lo diferente y desconocido), y una estética oscura con toques de terror y humor.

Quizás mi crítica peca de un exceso de euforia, pero tras los desencantos de sus dos trabajos anteriores, éste me ha entusiasmado. No sé hasta qué punto ha sido buena la idea de enfocarla como "una película para niños". Auguro que sucederá como con "Pesadilla antes de Navidad": no va a triunfar entre el público infantil, pero con el tiempo se va a convertir en un clásico entre el público adulto y los fans de Burton.