El crecimiento de la población que se produjo en el siglo XIX junto con el éxodo rural obligó a las familias a hacinarse en casas demasiado pequeñas. A modo de ejemplo, puede citarse Londres, cuya población urbana pasó de 700.000 personas en 1701 a 4.500.000 en 1901.
No existía una regulación en materia de construcción de viviendas, por lo que lo habitual era que las casas fueran muy estrechas, con techos muy altos y tramos de escalera igualmente altos y estrechos. Las escaleras se constuirían con materiales muy baratos, a lo que se añade el hecho de que las escaleras para el servicio no estaban construidas con la misma calidad y materiales que las escaleras "visibles" de las grandes casas, que eran grandes, vistosas y con materiales más resistentes. Escaleras que, para colmo, en muchas ocasiones los escalones no eran ni siquiera del mismo tamaño.
Escalera principal de una casa
Una sirvienta tenía seis veces más probabilidades de caer por unas escaleras con resultado de lesión grave o muerte.
Escaleras de servicio
La situación cambiaría a partir de 1847, cuando Peter Nicholson estableció, mediante una fórmula matemática, cuáles habían de ser las medidas y proporciones de los escalones de una casa para que ésta fuera segura.
Otro de los "grandes peligros" habituales a los que se enfrentaban los victorianos del siglo XIX era, curiosamente, su aseo.
Hay que partir de la idea de que ya en el siglo XVIII el concepto de limpieza era diferente del que tenemos ahora: algo estaba sucio únicamente cuando olía mal, de ahí el uso habitual del perfume para ocultar esos malos olores. En cambio, los victorianos veían en la limpieza algo "divino": un cuerpo limpio significaba un alma igualmente limpia. Los victorianos de clases altas detestaban todos aquellos fluidos y malos olores que, según su filosofía, les conectaban y recordaban a las personas de clase baja y trabajadora.
Este deseo de limpieza dio lugar al nacimiento de productos e infraestructuras que, más que ayudar a mantener la higiene, eran potencialmente mortales. El establecimiento de baños en las casas fue considerado un gran avance, sobre todo gracias al desarrollo del agua corriente. Antes, el baño y la rutina de aseo se desarrollaban en la cocina. A partir de este momento, el baño se convierte en un espacio privado dentro de la casa.
Así, se crearon bañeras que se calentaban por medio de sistemas de gas instalados en su propia base. Sin embargo, resultaron ser muy peligrosas dado que era fácil resultar quemado, o directamente escaldado, por las altas temperaturas del agua.
Bañera de gas
Las tuberías de aquella época eran deficientes porque no desaguaban correctamente los residuos y estos se acumulaban en los recodos de las mismas. A ello se añadía el sulfuro emanado de los propios residuos humanos y que se acumulaba formando "bolsas", como consecuencia de la falta de una vía de escape, convirtiéndolas en auténticas "bombas" al ser un gas potencialmente explosivo.
La solución a estos problemas llegaría de la mano de Thomas Bradford, que inventó el váter, pero también el bote sifónico de las tuberías, evitando que el gas se acumulase.
Fuente: documental Hidden Killers: The victorian home - BBC UK. y http://www.londres.es/historia
resulta curioso que las escaleras fueran casi un peligro mortal xD aunque el que sean los escalones altos y todo estrecho... cuantas veces me habre caido yo por las escaleras y seguro que no son tan peligrosas como las de la época~
ResponderEliminarlo del baño ya sabía que al principio te bastaba con la cocina para lavarte pero eso de las bañeras de gas o.o primera noticia
muy interesante todo n.n
besos~~
Me encantan estos post sobre curiosidades históricas, me recuerda a una entrada de otra página que habla sobre como sería tu vida hace 100 años. La verdad es creo que muchas veces se tienda a sobre idealizar el pasado, pero justamente peligros como estos creo que nos demuestran que muchos avances han sido para mejorar la calidad de vida.
ResponderEliminarTe dejo acá el enlace, igual la página te interesa, es muy interesante:
http://allday.com/post/665-life-looked-different-100-years-ago/11885/
Un abrazo ;)
Un dato curioso sobre las escaleras y la época victoriana, es que la madre de la Reina Victoria no le dejaba a esta bajar sola por las escaleras por si sufría algún accidente, siempre debía bajar acompañada.
ResponderEliminarUn saludo.
Iku - El tema de la higiene es muy "curioso", cambió mucho gracias a los avances técnicos. Y precisamente por ser la novedad aún no estaban a prueba de todo.
ResponderEliminarNemesis - Totalmente cierto. Nos atrae una época por el contexto, el vestuario o cualquier otra cosa. Pero no valoramos el bienestar que nos proporcionan ciertos avances técnicos, como algo tan sencillo como el agua caliente.
Todavía tengo información para una o dos entradas más sobre este tema ;).
Muchas gracias por el enlace, lo leeré con atención :D.
LILITH - Cierto. Incluso dormían en la misma habitación. De hecho, lo primero que hizo Victoria la madrugada en que fue nombrada Reina tras el fallecimiento de su tío, fue pedir que trasladaran su cama a otra habitación.
Un saludo.
Muchas gracias por comentar :).