Año: 1979.
Director: John Badham.
Actores: Frank Langella, Laurence Olivier, Donald Pleasance, Kate Nelligan.
Valoración: 7/10.
Una nueva adaptación de Drácula, con un tono tan particular que se diferencia de sus antecesoras, pero también de todas las posteriores.
Desde luego, es también una de las más desapegadas de la novela original. No sólo por ser el "Drácula más romántico", sino por el cambio entre los personajes. Aquí, Mina es hija del Doctor Van Helsing, y Lucy lo es del Doctor Seward. Jonathan sí es un abogado a los servicios del Conde, pero con quien va a casarse es con Lucy, quién resulta ser además la verdadera protagonista de la historia, que se sitúa en 1913, no en el siglo XIX.
El tono de la película es, en general, oscuro y con un evidente romanticismo. No obstante, ese tono oscuro viene dado por la fantástica fotografía, junto con una gran ambientación, fabulosos decorados como la casa, el hospital y muy particularmente la abadía donde Drácula reside. Sin olvidar la genial música de John Williams que hay que admitir que recuerda en varias ocasiones a la famosa banda sonora del Drácula de Coppola de 1992.
No hay mucha sangre, aunque sí algunos buenos pasajes con algo de "terror" y sangre cuando han de enfrentarse a los vampiros. La atmósfera es la de una especie de cuento gótico, aunque evitando hacer hincapié en las vísceras.
Drácula no es ese ser manipulador y frío de la novela, sino melancólico y atrayente. Sin duda, se despega mucho del Drácula original, pero no deja de ser interesante en su propia interpretación. Laurece Olivier da vida a un Van Helsing roto por el dolor de la pérdida de su hija, pero decidido a acabar con el vampiro y sus planes.
En cuanto a Jonathan Harker, Seaward y Renfield, están un poco desaprovechados, si bien me agradó bastante la imagen de Renfield.
La idea que recorre la película es la del hambre: la de comer, la de sangre, la de compañía, la de contacto humano...
En general, me recordó a los mejores tiempos de la Hammer por su cuidada ambientación, aunque en un tono completamente distinto. Frente al Drácula frío de Bela Lugosi, o al altivo Conde interpretado por Christopher Lee, Frank Langella interpreta al Drácula que hará cualquier cosa, incluida matar, por lograr lo que quiere, que es una compañera para toda la eternidad. Es su propia interpretación del personaje, y aunque se aleja mucho del original, encaja en el contexto que le da la película. Más vale contemplarla como una buena película de vampiros que como una nueva adaptación de la novela homónima.
de normal siempre me han gustado mas los libros que las pelis,haber la nueva que van aestrenar que tal esta,besos
ResponderEliminarbea vima - El libro de Drácula es mucho mejor que cualquier adaptación, pero siempre es interesante comparar versiones.
ResponderEliminarDe hecho, ésta sale en Bluray en este mes ;).
Muchas gracias por comentar :).