Frente a la idea de la delicada e impoluta porcelana blanca, la danesa María Rubinkea retuerce la idea con sus niños y niñas de porcelana jugando a juegos de lo más macabros, salpicados de rojo. Su inspiración son precisamente los juegos de nuestra infancia en los que chocábamos coches, destrozábamos muñecas o hacíamos saltar castillos por los aires sin ningún pudor.
Son una pasada!! Yo quiero todas jajajaja, la caña! Un besiko Madame ;)
ResponderEliminarSayfa - Yo igual, las pondría hasta en el baño XD.
ResponderEliminarMuchas gracias guapa :*