Reseña TV: The Strain - Temporada 1.

Título: The Strain - Temporada 1.

Año: 2014.

Género: terror, drama, suspense.

Capítulos: 13 por temporada (hasta la fecha hay dos y se espera una tercera para 2016).

Valoración: 6,5/10.

The Strain se desarrolla en la época actual en la ciudad de Nueva York. El doctor Ephrain Goodweather es llamado para investigar una posible infección masiva en un avión de pasajeros. Casi todos están muertos salvo unos pocos supervivientes. Finalmente descubre que lo que creía que era una extraña enfermedad está relacionado con un mal mucho más antiguo y con el mito del vampiro.

The Strain reinventa el mito del vampiro y le otorga un nuevo contexto y una nueva mitología. El vampirismo no tiene nada de místico y elegante. De hecho, se expande como una enfermedad y transforma a los infectados en una nueva clase de zombis.

La idea inicial es interesante, un avión repleto de pasajeros fallecidos sin razón aparente. Y lo que comienza como una investigación va adquiriendo tintes sobrenaturales. El argumento se debate entre la ciencia y la superstición, al igual que sus personajes.

La serie logra, más o menos, mantener el ritmo. Los efectos están bastante bien, sobre todo el maquillaje, teniendo en cuenta que es una serie de televisión. Por supuesto, la serie tiene sus altibajos. Pero digamos que la idea básica, entretener, la cumple, aunque sin sobresaltos ni grandes sorpresas. Con todo, trata de aportar ideas nuevas e incluso algún giro interesante.

Mis expectativas iniciales sobre la serie decrecieron progresivamente a causa de dos factores, que son los que para mí hacen que The Strain entre dentro del grupo de series convencionales (no sé si decir "del montón" sería correcto), cuando podría haber sido una gran serie.

El primer gran problema es el casting. En general, salvo unas pocas excepciones, es bastante flojo. Los personajes son bastante planos porque los actores son igualmente planos. Son demasiado predecibles y la mayoría se enmarcan en una larga colección de "personajes cliché" (el anciano excéntrico y sabio; el padre obsesionado con su trabajo que ha desatendido sus obligaciones familiares, la hacker alternativa y antisistema...).

Eso lleva al segundo problema de la serie: a la larga se hace predecible y está llena de clichés que hacen que te lleves las manos a la cabeza. Hay demasiadas de esas típicas situaciones que hemos visto cientos de veces en películas o series de supervivencia en las que piensas "¿De verdad crees que eso es lo más lógico?".

Pese a ello, si logras obviar esos dos puntos negativos, The Strain es una serie que cumple en lo básico. De hecho, en un principio la abandoné. Pero luego la retomé, y al contemplarla con menos expectativas logró entretenerme aunque sin apasionarme. No está a la altura de otras series como Penny Dreadful o The Knick, pero se deja ver.