La mandrágora se ha utilizado habitualmente en Europa con efectos medicinales. Es una planta altamente tóxica, pero en dosis pequeñas, al igual que la belladona, sirve como calmante al contener una alta tasa de atropina. Se usaba para provocar sueño, calmar los nervios o como analgésico. En altas dosis, provocaba ataques convulsivos, melancolía y la muerte.
Las leyendas que giran en torno a esta planta se deben a sus raíces, que tiene una forma similar a la de una figura humana. Por ello siempre se le han atribuido propiedades mágicas y era utilizada en diversos rituales.
Con este nombre también se conocía al fantasma del diablo, que se aparecía bajo la forma de un gombrecillo negro, sin barba, con los cabellos despeinados y esparcidos. Se decía también que era una imagen del alma pero con un carácter negativo y minimizado.
Fuentes:
-Wikipedia
-Diccionario de símbolos; Juan-Eduardo Cirlot.
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