Curiosidades Oscuras: origen e historia de la Ouija.

Aunque el tablero de ouija tal y como lo conocemos no nació hasta el siglo XIX, ya desde el Antiguo Egipto se inventaron diversos métodos que tenían por objeto contactar con los espíritus del más allá. Entre los egipcios, se empleaba un anillo de piedra que se suspendía de un hilo sobre una tabla que contenía diversos símbolos. En otras culturas, como la griega o la china, existían instrumentos semejantes.

La tabla de ouija que conocemos popularmente nace en pleno auge la "moda espiritista" del siglo XIX y ante el interés por los médiums. En 1853, en Francia, el “espiritualista” M. Planchette, diseñó un tablero ouija del que Elija J. Nond, en USA hizo distintas modificaciones en años posteriores. William Fuld le compró los derechos y un año después patentó el tablero.

Pero es en 1966 cuando, “Parker Brothers” compró los derechos sobre el juego de la Ouija y ha sido desde entonces su fabricante, aunque existen numerosos tipos de ouijas, desde originales hasta caseras.

Fue Fuld quien afirmó que la palabra ouija era una mezcla de los vocablos oui y ja, que significan ‘sí’ en freancés y alemán respectivamente. Actualmente, otras empresas comercializan este tablero, que en inglés se llama witchboard (‘tablero de bruja’) y fue creada por la empresa Hasbro.

El objetivo de la ouija era entrar en contacto con espíritus de fallecidos, almas en pena o incluso extraterrestres. Sin embargo, aunque es un instrumento que suele relacionarse con el mundo de lo paranormal y el espiritismo, lo cierto es que la ouija se comercializó como un juego de mesa en el que el jugador buscaba su yo interior dando rienda suelta a los entresijos del subconsciente.

La efectividad de la ouija ha sido cuestionada por diversos estudios. Algunos sugerían que se trataba de un ejercicio de autosujestión. Otros, como el profesor Larry Bayou apuntó a la idea de la acción ideomotriz. 

En un experimento realizado por este profesor de secundaria, en el cual los participantes no veían las letras que señalaban, no se formó ni una sola palabra coherente en el tiempo que duró la prueba. Esto demostraría que son los participantes quienes realmente crean las palabras (ya sea de manera voluntaria o inconsciente), y que por lo tanto necesitan ver el tablero.

Desde el punto de vista religioso, la mayoría de las creencias ligan la ouija a otras prácticas como la hechicería o el espiritismo y la consideran nociva. En otro sentido, piensan que la ouija es un instrumento peligroso porque puede ser un conducto para espíritus malignos.

La Iglesia Católica se posicionó en contra, pero añadió otros motivos a su argumentación, al considerar que la práctica de la ouija demostraba una voluntad de creerse por encima del tiempo y los hombres, además de querer granjearse la protección de poderes ocultos.

A pesar de su longevidad, la ouija es un instrumento que sigue atrayendo la curiosidad de muchos y continúa dando pie a libros, relatos o películas que perpetúan ese interés.