Autor: Gaston Leroux (Francia).
Título: El Fantasma de la Ópera.
Año: 1919.
Valoración: 8/10.
Es curioso como hay determinados libros en los que la profusión de adaptaciones hace sombra a la obra original. Al igual que ha sucedido con "Drácula" del irlándes Bram Stocker, la obra del señor Leroux ha sido adaptada en multitud de ocasiones al cine, la televisión, el teatro además de inspirar musicales y canciones de diversos grupos. Y curiosamente, hasta la fecha no puedo hablar de una adaptación verdaderamente fiel (de nuevo otra vez como sucede con nuestro querido Conde) hasta donde yo he visto por supuesto, ya que nada más que en cine hay once adaptaciones distintas.
La imagen que han dado la mayoría de adaptaciones es la de una historia romántica cuando en realidad los elementos de romance que se dan en el libro son anejos al terror, el drama y el misterio, pero no la trama principal como se ha hecho ver. "El Fantasma de la Ópera" se define en verdad como una novela gótica, mucho menos almibarada de lo que se podría pensar. A partir de aquí haré un comentario general de la obra, así que el tenga pensado leerla... que vaya a leer otro post de mi blog XD.
La historia comienza con el cambio de dirección que se produce en la Ópera de París, en la cual se rumorea que vive un misterioso personaje llamado "El Fantasma de la Ópera, que ha hecho de ella su hogar, famoso al mismo tiempo por su terrorífico aspecto. Es entonces cuando entra en escena una joven llamada Christine Daée, de origen noruego, que sueña con convertirse en cantante de ópera, pero que más por apatía que por falta de talento, no pasa de ocupar un lugar secundario en las obras. Pero el Fantasma, que conoce multitud de pasajes ocultos a lo largo y ancho de toda la Ópera, reconoce su talento al oírla cantar, y comienza a enseñarle en secreto, jamás mostrándose ante ella. Christine se refiere a él como "Ángel de la Música", epíteto que luego ha sido la inspiración de multitud de canciones.
El Fantasma se las arregla para desprestigiar a la cantante principal de la Ópera, Carlotta, que en la obra es descrita como una "prima donna" española cuyo momento de gloria hace tiempo que pasó. El episodio culmen de las "travesuras" del Fantasma será la famosa caída de la araña sobre el público, provocando incluso muertos, que ha sido representada en muchas películas. Al mismo tiempo que la popularidad de Carlotta baja, la de Christine sube, que logra impresionar al público gracias a su maravilloso talento. Pero la privilegiada posición del Fantasma frente a Christine cambia cuando entra en escena el Vizconde Raoul de Chagny, un amigo de la infancia de Christine.
A partir de aquí se retratan diversos episodios que muestran como florece el amor entre Raoul y Christine a la par que los celos y la obsesión del Fantasma por ella, que va siendo víctima de un paulatino secuestro en las catacumbas, donde él habita. Hay episodios del libro que pasan desapercibidos en la mayor parte de las adaptaciones, como cuando Christine visita la tumba de su padre, es seguida por Raoul, y éste tiene un terrorífico encuentro con el Fantasma en plena noche mientras éste toca el violín. Tan terrorífico que Raoul piensa que se trata de una pesadilla y duda de lo que vio. Y en cambio otros tan memorables como el baile de máscaras que se celebra en la Ópera. En él, Christine cita en secreto a Raoul con el objetivo de contarle la verdad sobre el Fantasma: es un ser horrible que ha cometido asesinatos, que le inspira tristeza y a la vez la atrapa con su fabulosa música. Se ha enamorado de ella y desea retenerla por siempre en las catacumbas de la Ópera. Pero el Fantasma soberviamente disfrazado de "La Muerte Roja" los espía y descubre las intenciones de Raoul y Christine de huir juntos tras la siguiente actuación de la muchacha en el escenario.
Esa noche llega, pero antes de que puedan escapar, el Fantasma, que sabe de todas las trampillas y recovecos de la Ópera, secuestra a Christine en plena escena. Raoul corre a rescatarla y es entonces cuando aparecerá un último aunque decisivo personaje principal: el Persa, que nos ayudará a conocer muchos de los secretos del pasado de Erik, el verdadero nombre del Fantasma. Se verán obligados a superar las muchas trampas que éste ha dejado a su paso, incluyendo una sala llena de espejos que crea una ilusión de ser un laberinto sin salida. Casi al final, aún cuando Raoul casi pierde la vida y amenaza con hacer estallar toda la Ópera, Erik se da cuenta de su tremendo error gracias a Christine, y los deja marchar. Raoul y Christine huyen de París casándose en secreto mientras que el Fantasma tiene un final muy distinto. No muere asesinado por otros o por accidente, como sucede en todas las adaptaciones, sino que muere de pena.
A pesar de lo que se piensa, el Fantasma es en realidad un personaje ingenioso que ha logrado inventar multitud de trampas y trucos. A lo largo del libro abandona su refugio en varias ocasiones, y una de ellas incluso trata de asesinar a Raoul. Y desde luego la imagen que tiene en verdad el Fantasma está muy alejada de esa romántica visión de un hombre hermoso con medio rostro cubierto por una máscara blanca. El rostro de Erik es como el de un cadáver, una calavera a la que se le va cayendo la piel y es por eso que la cubre por completo con una especie de tocado negro.
Los orígenes del Fantasma han sido de lo más variopintos a lo largo de las adaptaciones. En el libro Erik es hijo de un albañil francés, nació con ese horrible aspecto y huyó de su casa para trabajar en ferias ambulantes como un monstruo. Sus viajes le proporcionan la oportunida de trabajara para el Sah de Persia, para el cual construye una sala de espejos análoga a la que edifica en los subterráneos de París. Tan sólo Erik y su soberano conocen de los secretos de la estancia. Y con el fin de guardar bien el secreto, el Sah manda arrancar los ojos de Erik y sustituirlos por dos esferas doradas, contribuyendo aún más a su horrible aspecto.
Una similtud que "El Fantasma de la Ópera"comparte con Drácula es que las adaptaciones más fieles fueron las primeras que se hicieron. La adaptación en blanco y negro de 1925 protagonizada por Lon Chaney es casi idéntica al libro original salvo en el destino final del Fantasma, donde destaca la exactitud con la que el fabuloso actor logró caracterizarse a sí mismo. Luego hubo muchas otras adaptaciones por supuesto, pero yo sólo puedo hablar de tres más. La versión de Dario Argento de 1998, aunque no la he visto entera, puede calificarse algo así como la versión más erótica del libro. Anterior a ésta, me gustaría destacar la de 1990 con Burt Lancaster. De nuevo, respeta el libro a trompicones, pero la recomiendo por ser una preciosa miniserie para televisión más que una adaptación fiel. Y finalmente la adaptación de 2004 de Joel Schumacher, que es una adaptación al cine del musical de Andrew Lloyd Weber. Fastuoso escenario y maravilloso vestuario, pero tediosa hasta el final.
Lo mejor: que aunque conozcas la historia, el libro te sorprenderá igualmente.
Lo peor: algunos pasajes excesivamente largos.
La imagen que han dado la mayoría de adaptaciones es la de una historia romántica cuando en realidad los elementos de romance que se dan en el libro son anejos al terror, el drama y el misterio, pero no la trama principal como se ha hecho ver. "El Fantasma de la Ópera" se define en verdad como una novela gótica, mucho menos almibarada de lo que se podría pensar. A partir de aquí haré un comentario general de la obra, así que el tenga pensado leerla... que vaya a leer otro post de mi blog XD.
La historia comienza con el cambio de dirección que se produce en la Ópera de París, en la cual se rumorea que vive un misterioso personaje llamado "El Fantasma de la Ópera, que ha hecho de ella su hogar, famoso al mismo tiempo por su terrorífico aspecto. Es entonces cuando entra en escena una joven llamada Christine Daée, de origen noruego, que sueña con convertirse en cantante de ópera, pero que más por apatía que por falta de talento, no pasa de ocupar un lugar secundario en las obras. Pero el Fantasma, que conoce multitud de pasajes ocultos a lo largo y ancho de toda la Ópera, reconoce su talento al oírla cantar, y comienza a enseñarle en secreto, jamás mostrándose ante ella. Christine se refiere a él como "Ángel de la Música", epíteto que luego ha sido la inspiración de multitud de canciones.
El Fantasma se las arregla para desprestigiar a la cantante principal de la Ópera, Carlotta, que en la obra es descrita como una "prima donna" española cuyo momento de gloria hace tiempo que pasó. El episodio culmen de las "travesuras" del Fantasma será la famosa caída de la araña sobre el público, provocando incluso muertos, que ha sido representada en muchas películas. Al mismo tiempo que la popularidad de Carlotta baja, la de Christine sube, que logra impresionar al público gracias a su maravilloso talento. Pero la privilegiada posición del Fantasma frente a Christine cambia cuando entra en escena el Vizconde Raoul de Chagny, un amigo de la infancia de Christine.
A partir de aquí se retratan diversos episodios que muestran como florece el amor entre Raoul y Christine a la par que los celos y la obsesión del Fantasma por ella, que va siendo víctima de un paulatino secuestro en las catacumbas, donde él habita. Hay episodios del libro que pasan desapercibidos en la mayor parte de las adaptaciones, como cuando Christine visita la tumba de su padre, es seguida por Raoul, y éste tiene un terrorífico encuentro con el Fantasma en plena noche mientras éste toca el violín. Tan terrorífico que Raoul piensa que se trata de una pesadilla y duda de lo que vio. Y en cambio otros tan memorables como el baile de máscaras que se celebra en la Ópera. En él, Christine cita en secreto a Raoul con el objetivo de contarle la verdad sobre el Fantasma: es un ser horrible que ha cometido asesinatos, que le inspira tristeza y a la vez la atrapa con su fabulosa música. Se ha enamorado de ella y desea retenerla por siempre en las catacumbas de la Ópera. Pero el Fantasma soberviamente disfrazado de "La Muerte Roja" los espía y descubre las intenciones de Raoul y Christine de huir juntos tras la siguiente actuación de la muchacha en el escenario.
Esa noche llega, pero antes de que puedan escapar, el Fantasma, que sabe de todas las trampillas y recovecos de la Ópera, secuestra a Christine en plena escena. Raoul corre a rescatarla y es entonces cuando aparecerá un último aunque decisivo personaje principal: el Persa, que nos ayudará a conocer muchos de los secretos del pasado de Erik, el verdadero nombre del Fantasma. Se verán obligados a superar las muchas trampas que éste ha dejado a su paso, incluyendo una sala llena de espejos que crea una ilusión de ser un laberinto sin salida. Casi al final, aún cuando Raoul casi pierde la vida y amenaza con hacer estallar toda la Ópera, Erik se da cuenta de su tremendo error gracias a Christine, y los deja marchar. Raoul y Christine huyen de París casándose en secreto mientras que el Fantasma tiene un final muy distinto. No muere asesinado por otros o por accidente, como sucede en todas las adaptaciones, sino que muere de pena.
A pesar de lo que se piensa, el Fantasma es en realidad un personaje ingenioso que ha logrado inventar multitud de trampas y trucos. A lo largo del libro abandona su refugio en varias ocasiones, y una de ellas incluso trata de asesinar a Raoul. Y desde luego la imagen que tiene en verdad el Fantasma está muy alejada de esa romántica visión de un hombre hermoso con medio rostro cubierto por una máscara blanca. El rostro de Erik es como el de un cadáver, una calavera a la que se le va cayendo la piel y es por eso que la cubre por completo con una especie de tocado negro.
Los orígenes del Fantasma han sido de lo más variopintos a lo largo de las adaptaciones. En el libro Erik es hijo de un albañil francés, nació con ese horrible aspecto y huyó de su casa para trabajar en ferias ambulantes como un monstruo. Sus viajes le proporcionan la oportunida de trabajara para el Sah de Persia, para el cual construye una sala de espejos análoga a la que edifica en los subterráneos de París. Tan sólo Erik y su soberano conocen de los secretos de la estancia. Y con el fin de guardar bien el secreto, el Sah manda arrancar los ojos de Erik y sustituirlos por dos esferas doradas, contribuyendo aún más a su horrible aspecto.
Una similtud que "El Fantasma de la Ópera"comparte con Drácula es que las adaptaciones más fieles fueron las primeras que se hicieron. La adaptación en blanco y negro de 1925 protagonizada por Lon Chaney es casi idéntica al libro original salvo en el destino final del Fantasma, donde destaca la exactitud con la que el fabuloso actor logró caracterizarse a sí mismo. Luego hubo muchas otras adaptaciones por supuesto, pero yo sólo puedo hablar de tres más. La versión de Dario Argento de 1998, aunque no la he visto entera, puede calificarse algo así como la versión más erótica del libro. Anterior a ésta, me gustaría destacar la de 1990 con Burt Lancaster. De nuevo, respeta el libro a trompicones, pero la recomiendo por ser una preciosa miniserie para televisión más que una adaptación fiel. Y finalmente la adaptación de 2004 de Joel Schumacher, que es una adaptación al cine del musical de Andrew Lloyd Weber. Fastuoso escenario y maravilloso vestuario, pero tediosa hasta el final.
Lo mejor: que aunque conozcas la historia, el libro te sorprenderá igualmente.
Lo peor: algunos pasajes excesivamente largos.
Lon Chaney rules, otro actor que va a engrosar mi particular olimpo de actores, junto a tito cushing y tito price.
ResponderEliminartengo que leerme el libro pues la historia me atrae sobremanera.
Libro pendiente de leer espero que por poco tiempo , un saludo buena entrada.
¡Muchas gracias! Creo que hay mucha gente que no se lee el libro porque dan sentado que las películas son iguales, y aunque hay escenas calcadas, la atmósfera del libro es mucho más oscura y tétrica. Yo me llevé una grata sorpresa. Te dejaría mi libro pero está en francés :P. Pero desde luego es un libro tremendamente recomendable :). Besitos.
ResponderEliminarMadame Macabre.