Orden básico del arte del maquillaje.

En lo que a maquillaje se refiere, nos acostumbramos a seguir una serie de pautas. No significa que siempre te maquilles igual, pero en lo que se refiere a los principios básicos, son siempre los mismos: primero corregir, luego los ojos, finalmente la boca... Con todo ello creo que nunca está de más repasar las premisas básicas. Incluso sí consideras que eres una experta maquillándote, puede que descubras que hay algo que no haces del todo bien o que hay un paso que te saltas (yo descubrí recientemente que los polvos translúcidos no son una opción, jeje). Ya se sabe que nunca se deja de aprender, así que aquí vamos.

1- Hidrata tu rostro, lo que significa que deberá estar limpio de cualquier resto de maquillaje anterior, y a continuación aplica tu crema hidratante habitual. Con este evitarás que el maquillaje reseque tu piel y al mismo tiempo se fijará mejor.
2-El siguiente paso es el corrector, que utilizarás para tapar ojeras, rojeces o inoportunos granos. Aplícalo mediante pequeños golpecitos con una esponja pero no con movimientos laterales. De la primera forma lograrás que se adhiera mejor a tu piel, pero de la segunda la mayor parte del producto quedará en tu esponja y te verás a obligada a utilizar mucho y malgastarlo.
3- A continuación aplica tu base de maquillaje, y aquí hay algo que tengo que puntualizar. Yo soy de la opinión de que cada uno debe aceptarse tal y como es. Mi piel no es completamente pálida, según qué marca de maquillaje mi tono es un bonito (me gusta pensar que es bonito) "arena natural" o "marfil", pero no es totalmente blanca. No obstante, utilizo la base de maquillaje que se corresponde a mi tono. No me agradan ni las chicas que utilizan un tono de maquillaje más claro para simular que son más pálidas ni las que utilizan uno más oscuro para parecer que están morenas todo el año porque creo que queda artificial. No obstante, sí te gusta utilizar una base más clara para parecer más pálida y así como te gusta, pues genial. :) Ahora bien, no olvides el cuello, el escote, las orejas o incluso las manos o parecerá que llevas una máscara blanca. Un pequeño truco: si aplicas un poco de base (con pequeños toques, recuerda) en tus párpados, la sombra de ojos se fijará mejor y por más tiempo.
4-Aplica los polvos translúcidos en todo tu rostro, ayudarán a fijar el maquillaje y a dar un aspecto aterciopelado, y a mí todo lo que se parezca al terciopelo me gusta, jeje.
5-Llegamos a los ojos. Aunque el sistema básico es primero la sombra, luego el eyeliner y finalmente el rímel, dependerá de lo que escojas hacerte ese día. Yo no siempre utilizo eyeliner, a veces utilizo khol o lápiz de ojos, o a veces combino varias sombras. Mi consejo es que si vas a pintarte la línea interna del ojo, lo dejes para el final de todo el proceso porque habrás dado tiempo a tus ojos a secarse un poco tras maquillarlos y así se fijará mejor.
6-En cuanto a los labios, primero delínea el contorno con un lápiz (aunque no es abslutamente obligatorio) de un tono lo más parecido posible al color de labios. Luego aplica el color y sí se te apetece, un poco de gloss para darle brillo. Hacerlo con un píncel te dará siempre más precisión.
7- En lo que respecta al colorete, hay diversidad de opiniones. Yo prefiero aplicarlo al final, porque en cierto modo ayuda a equilibar el maquillaje. Aplícalo sobre tus manzanitas (que es un lindo nombre para llamar a la parte de tus pómulos que se eleva cuando sonríes) pero no quieras pasar por Heidi. Mis favoritos son los tonos rosados porque dan un aire fresco y candoroso. ¡Preciosa!