Me encantan las piedras, y en particular los péndulos, además de por la belleza intrínseca de muchos cristales y minerales, por el significado y simbolismo que se asocian con ellos.
Mi colección de péndulos
Pero la dificultad de hacerte con una buena colección de piedras, aunque sea únicamente para decorar, o bien como colgante, implica una serie de dificultades.
No se trata únicamente de encontrar una piedra que realmente te guste o porque la que buscas es escasa y cara, sino también el peligro de que te vendan como piedra una imitación.
Mi colección de cantos
En primer término debemos diferenciar tres tipos de piedras:
a) Gemas naturales: son las que encontramos en la naturaleza. Su color y su calidad, además de ser fruto de la naturaleza y de millones de años, es único.
b) Gemas naturales tratadas: son como las anteriores pero han recibido un determinado tratamiento, normalmente para mejorar su calidad.
c) Gemas sintéticas: son muy similares a las naturales, pero creadas por el hombre en un laboratorio así que suelen carecer del carácter "único" de las primeras. Pero también resultan mucho más baratas.
d) Gemas de imitación: se trata de reproducciones de piedras naturales pero con materiales totalmente sintéticos, desde plástico a cristal coloreado.
Existen varios métodos para diferenciar las piedras naturales (tratadas o no), de las de imitación, que es la diferenciación que más nos interesa establecer. Algunas de ellas podemos realizar antes de adquirir la piedra, otras se pueden realizar en casa.
1 - La temperatura: La primera y más básica es la temperatura. Una piedra natural siempre está fría. Por lo que si al tocarla notas que está caliente o tan siquiera a temperatura ambiente, es sintética. Aunque es un truco bastante simple y que permite descartar rápidamente las imitaciones, siempre está la cuestión de que la temperatura no deja de ser una percepción personal. Pero en cualquier caso nos puede servir como primera fórmula para distinguir unas de otras.
2 - El brillo y la transparencia: hay piedras como los Cuarzos o las Fluoritas que se caracterizan por una transparencia particular y la posibilidad de observar sus diferentes estratos. Si te venden una determinada piedra como cuarzo y es completamente opaca o bien absolutamente transparente, te están timando.
Cuarzo natural
Cuarzo sintético
Luego está la cuestión del brillo, que también puede ayudarnos a identificar ciertos tipos de piedras. Sería el caso de la Piedra Luna y de la Labradorita, las cuales se caracterizan por un reflejo iridiscente muy particular y que no puede ser imitado por una piedra artificial.
Canto rodado de Labradorita
3 - El tipo de piedra: hay minerales mucho más escasos que otros. Por ejemplo, el cuarzo y la amatista son relativamente fáciles de encontrar. Ello quiere decir que es menos probable que te topes con una piedra sintética, ya que prácticamente cuesta más caro fabricar una imitación medianamente buena que adquirir una de verdad.
En cambio existen otros, como el lapislázuli, la labradorita o la obsidiana que son piedras más escasas y por lo tanto más caras. Si encuentras una pieza de este tipo de piedras de gran tamaño a un precio ridículamente barato, desconfía.
Mis colgantes de Labradorita y Piedra Luna.
Os dejo con una lista de los minerales más raros y caros del mundo que me ha parecido curiosa.
4 - Otros experimentos caseros: si al introducir una piedra en agua con sal le acaban apareciendo poros o parece haberse rayado su superficie, se trata de una imitación.
Otras pruebas, ya un poco más arriesgadas, sería meter la piedra en agua hirviendo con lejía pues una falsa explotará, o bien probar a quemarla con una llama. Si arde o se funde, estamos sin lugar a dudas ante una imitación de plástico.
Espero que estos consejos os hayan servido, y no dudéis en aportar los vuestros. Para la próxima entrada, nos adentramos en el oscuro mundo de los BBC (Bodas, bautizos y comuniones).
Mis últimas adquisiciones: labradorita y fluorita morada.