Cosas Frikis: Oda a Calvin y Hobbes.

Calvin y Hobbes fueron creados por el genial Bill Watterson en 1985. Watterson luchó para que los cómics fueron considerados por su valor artístico, y dijo en una ocasión que "no hay altas artes ni bajas artes, sólo arte". Gracias a él somos testigos de las aventuras y ocurrencias de Calvin, un niño de 6 años, y de su tigre de peluche Hobbes.

Como dijo el propio Bill Watterson en una ocasión, no me interesa la naturaleza de Hobbes. No me importa si Hobbes está dentro de la cabeza de Calvin o si verdaderamente tiene la capacidad de cobrar vida. Lo que me gusta es su humor, a veces muy adulto y otras fruto de la inocencia de un niño que cree que lo sabe todo.

No hay un solo Calvin: tenemos al Capitán Spiff, a Estupendo Man, al Presidente del Club A.S.C.O. (Asociación Sin Chicas Obtusas) o al chico al que le atacan las bicicletas. Los álter egos de Calvin son tan amplios como su imaginación. Esa imaginación que llena el mundo de tiranosaurios que pilotan aviones de combate o que hace que camine por el techo porque su padre no pagó "la factura de la gravedad". Me gustan los pies de Calvin, que parecen panecillos y cuando se trajo a sus duplicados para evitar hacer los deberes.

Hobbes es siempre elegante e ingenioso, orgulloso de ser un tigre por encima de cualquier cosa y adorador de los bocadillos de atún. Nada como pasar una tarde junto a Calvin devorando manzanas mientras leen unos comic-books. Es a veces territorial, pero también adorable cuando le recuerda a Calvin las cosas verdaderamente importantes, como la amistad.

Calvin y Hobbes ha inspirado a gente como los autores de "El Joven Lovecraft", pero también a los que hacen muñecos de nieve. Puedes leerlo en cualquier momento porque con el paso del tiempo no pierden su humor como si estuvieran fuera de cualquier contexto temporal. Me gusta recordar a Calvin mientras martilleaba clavos sobre la mesa del salón mientras su madre exclamaba "¡Calvin! ¿Qué estás haciendo?", a lo que él respondió tras observar su obra "¿Es una pregunta retórica?".