La Emperatriz es el tercer arcano del Tarot. Simboliza la inteligencia soberana que da poder, la fuerza motriz que genera la vida a imagen de la diosa griega Venus.
En el clásico Tarot de Marsella aparece sentada en un trono de color carne mirando hacia el frente con los cabellos teñidos de blanco. Lleva un vestido rojo bajo una túnica azul, símbolo de la necesidad de controlar las fuerzas ocultas y la vida pasional y ardiente. Su cetro simboliza las fuerzas del mundo sobre las cuales reina. Su cetro está culminado con un globo y una cruz, símbolos del alma intelectual, el espíritu que se desgaja de la materia, la evolución y la redención.
La Emperatriz es comparada con Isis o con la Madre Cósmica. Representa la fecundidad universal, la acción sentimental, la comprensión y la inteligencia, que astrológicamente corresponden a la tercera casa del Zodiaco.
Pero es también una figura ambigua. Se refiere a la vanidosa seducción en contraposición a la inteligencia espiritual y elevada. Simboliza todos los atributos de la feminidad, de la dulzura y de la persuasión. Sus elementos de acción se canalizan a través del afecto y se basan más en el encanto que en la razón.
Fuente: Dictionaire des Symboles, Jean Chevalier et Alain Gheerbrant.
En el clásico Tarot de Marsella aparece sentada en un trono de color carne mirando hacia el frente con los cabellos teñidos de blanco. Lleva un vestido rojo bajo una túnica azul, símbolo de la necesidad de controlar las fuerzas ocultas y la vida pasional y ardiente. Su cetro simboliza las fuerzas del mundo sobre las cuales reina. Su cetro está culminado con un globo y una cruz, símbolos del alma intelectual, el espíritu que se desgaja de la materia, la evolución y la redención.
La Emperatriz es comparada con Isis o con la Madre Cósmica. Representa la fecundidad universal, la acción sentimental, la comprensión y la inteligencia, que astrológicamente corresponden a la tercera casa del Zodiaco.
Pero es también una figura ambigua. Se refiere a la vanidosa seducción en contraposición a la inteligencia espiritual y elevada. Simboliza todos los atributos de la feminidad, de la dulzura y de la persuasión. Sus elementos de acción se canalizan a través del afecto y se basan más en el encanto que en la razón.
Fuente: Dictionaire des Symboles, Jean Chevalier et Alain Gheerbrant.
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