Cuando he visto estos retratos, me han venido a la mente los caligramas de Guillaume Apollinaire, que "dibujaba" poemas con distintas figuras. Aunque no se puede leer mucho en estos dibujos, resultan muy simpáticos y retratan el rostro de Tolkien de una manera muy reconocible. Con un poco de imaginación y una sopa de letras se pueden hacer grandes cosas.
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