Desde fuera se suele decir que "todos los góticos se ven iguales" porque vienen a ser un grupo de gente donde todos visten de negro, con ropas muy parecidas, llevan un color de pelo llamativo y un maquillaje recargado.
Pero si ahondas un poco más, sabes que dentro de la estética gótica hay muchas vertientes a las que se asocia un estilo determinado, e incluso ciertos subgéneros musicales. De este modo, son completamente diferentes el estilo Perky Goth del Victorian Goth del Hippie Goth y así sucesivamente.
De vez en cuando realizo una entrada relativa a un estilo concreto, pero creo que es interesante plantearse una pregunta antes. ¿Hasta qué punto son importantes todos estos subestilos o subcategorías? Y por otro lado, ¿todo el mundo tiene uno?
De la importancia de las "subcategorías".
Es cierto que en el origen la estética gótica era menos variada y la influencia del punk era mucho más notable. Con el paso de los años, por influencia de diferentes fuentes (literarias, musicales y de moda), se fueron incorporando otros elementos hasta crear estilos diferenciados. Incluso en tiempos recientes se van incorporando nuevos estilos o nacen diferentes influencias.
Actualmente términos como Vampire Goth, Perky Goth, Cyber o Death Rock son comunes. Por lo tanto, es habitual que un gótico sienta más apego estético por uno o más estilos, los cuales luego se manifiestan en su forma de vestir y que suelen tener relación con sus gustos personales.
Ventajas y desventajas.
La ventaja de adoptar un cierto estilo es que te facilita mucho la tarea de confeccionar un armario coherente porque tienes una serie de "directrices" más claras y concretas. También es más sencillo buscar referencias e inspiración, particularmente cuando se trata de un estilo con influencias historicistas.
La desventaja es que llegado un momento puedes sentirte un poco limitado por ese estilo, o incluso aburrirte de él. Nuestros gustos pueden ir cambiando con los años y ello puede llevarnos a querer experimentar con otras tendencias. También puede suceder que nos gusten dos estilos muy disparejos que son difíciles de combinar. Y sin embargo, no queremos eliminar ninguno porque ambos hacen referencia a cosas que nos gustan o con las que nos sentimos identificados.
Pero igualmente está el hecho de que querer ajustarse en cada momento lo más posible a ese estilo, por ejemplo por referencia a una modelo, un cantante o una foto, puede resultar frustrante. Una de las razones habituales suele ser por la dificultad de encontrar prendas que se ajusten a ese estilo concreto.
Los subestilos no deben limitar tus posibilidades creativas.
Es normal que muchos góticos no se decanten exclusivamente por un único estilo, sino que alternen looks, lo que les permite variar y probar cosas nuevas, además de adaptarse a diferentes situaciones. Una propuesta muy interesante es la de combinar dos (o más) estilos que nos gustan: por ejemplo, el estilo victoriano con toques Death Rock. La ventaja de combinar varios estilos es que tu armario te permite muchas alternativas diferentes. Lo difícil está en saber combinar ambos, particularmente cuando son dos estilos muy diferentes entre sí.
El hecho de sentirte atraído por un determinado estilo no significa que tengas que verlo como un compartimento estanco y cerrado. Es bueno tener unas líneas generales en tu mente del look final que quieres lograr. Pero si lo entiendes como un "tengo que llevar esto y esto por fuerza para encajar en el patrón" estarás convirtiendo ese look que te gusta en una especie de "uniforme".
Por otro lado, es bueno que contemples ese estilo con una visión amplia, de manera que te permita adaptarlo a todas las ocasiones: desde un día normal a un evento más especial. No debes convertirte en un esclavo de tu estilo, sino que es bueno saber adaptarse. Si un día requieres ropa más práctica, no tengas miedo a decantarte por ello.
La diferencia entre "copiar" y crear tu estilo.
Cuando comienzas a crear tu armario es natural que tomes algún punto de referencia: una modelo, una tienda o incluso alguien cercano cuya forma de vestir te gusta particularmente. Tomar estas referencias como base es una buena idea, pero no debes olvidar incorporar elementos propios a ese estilo que estás creando. Porque sólo así lo vas a hacer realmente personal y de acuerdo con tus gustos. Pues una buena parte de la moda gótica está en personalizar las cosas y ser creativo. Por ejemplo, de esta modelo me gusta la forma en que combina las faldas y camisas, pero yo voy a añadir otros complementos. O me gusta esa forma de llevar un vestido, pero yo voy a incorporar otros colores.
Incluso dentro de un estilo puede haber cosas que no te gustan especialmente pero otras sí. No tienes que tomar esa subcategoría en su totalidad, pero puedes tomarla de referencia, dejar lo que no te gusta tanto y luego hacerle tus propios añadidos.
A mí me inspiran mucho pequeños detalles o formas de llevar la ropa que veo en otras personas. Luego trato de acomodarlos a mi estilo. A veces me funciona bien, y otras veces no tanto. Pero no hay que tener miedo al error. Porque crear nuestra propia "identidad estética" es un camino complejo que se basa en la prueba y el error. A veces añades cosas que has visto que funcionan bien, y otras veces quedan fatal.
Por ello, cuando vas a comprar una prenda que se sale de tus pautas habituales, podemos decantarnos por dos pensamientos. Primero, esta prenda me gusta, pero en realidad no me pega con nada con lo que suelo llevar, sé que no me la voy a poner. O bien, sé que esta prenda no me combina con mi estilo habitual, pero me gusta igualmente y quiero probar algo distinto.
Y sin embargo, ¿todo el mundo tiene un estilo?
Yo diría que todo el mundo tiene "su estilo", que no forzosamente tiene que encajar en alguna de las subcategorías conocidas. Es decir, puede que esa persona ni siquiera haya mostrado interés en conocerlas. Puedes encontrar a un gótico que simplemente se defina como gótico, y no como Gothabilly, Victorian Goth, Hippy Goth o cualquier otro subitpo. Simplemente ha ido creando una forma de combinar las prendas, que puede ser desde lo más sencillo a un estilo realmente elaborado, y aunque no encaje en ninguna etiqueta, ha creado algo con lo que se identifica, sin necesidad de una referencia concreta.