martes, 13 de marzo de 2018

Moda gótica: consejos e ideas sobre cómo incorporar las rebecas a nuestro vestuario.

Las rebecas son una prenda básica del vestuario gótico de invierno. No sólo porque nos proporcionan abrigo, sino también porque complementan el look. El jersey es también un buen aliado, pero al ser un elemento cerrado, da menos posibilidades a la hora de personalizar o embellecer un conjunto.

En esta entrada quería hablar de ideas y consejos sobre llevar rebecas en función del estilo de la prenda a la hora de combinarlas con un look gótico.

1 - Boleros o toreritas. Aunque pueda resultar un tanto peculiar llevar una prenda tan corta para abrigarnos, lo cierto es que pueden ser muy prácticas.



Lo ideal es tener alguna torerita de grueso medio que proporcione abrigo suficiente y que no sea excesivamente corta. Una buena referencia a la hora de escogerla es que llegue al menos hasta la mitad de la espalda y por supuesto que sea de manga larga.



Las toreritas son ideales para combinar con looks de faldas o vestidos que tienen un cierto volumen ya que nos permite equilibrar una parte de arriba más ceñida con una parte inferior más llamativa. Otra ventaja de la torerita es que deja al descubierto, al menos parcialmente, la parte superior de nuestro conjunto, lo cual nos permite lucir una bonita camisa, top o corsé.








En el caso de que las toreritas de las que dispongais sean de una tela fina, podéis combinarlas con tops y jerséis de punto de un grueso medio para así no pasar frío. Sería por ejemplo el caso de una torerita de terciopelo, que aporta un elemento de elegancia , la podemos combinar con un sencillo jersey negro para crear un look de diario y así equilibrar el conjunto.




En cuanto a la combinación de torerita y pantalones, también es una opción. A mi personalmente es la que menos me atrae porque creo que el look, en cuanto a silueta, queda un poco plano. Pero también depende del estilo de las prendas.

2 - Rebecas: por rebecas me refiero aquí a los modelos de un largo "convencional", que vendrían a ser las que llegan a la altura de la cintura. Se trata de una prenda muy práctica y combinable, pues favorece con todo tipo de prendas, ya sea vestidos, faldas o pantalones. Si queréis enfatizar vuestro look de diario, tratad de buscar rebecas que tengan algo de personalidad, como botones estilo casaca militar, detalles de encaje o pedrería.




En caso contrario, o porque esos modelos o resulten muy caros, con algo de pasamanería y pegamento para telas podéis personalizarlas vosotros mismos sin tener que ser habilidosos con la costura.



3 - Rebecas 3/4: éstas serían aquellas más largas que la rebeca convencional, pero sin llegar a serlo excesivamente, es decir, más o menos a la altura de la rodilla. Este tipo de rebecas me gusta mucho para llevar con vestidos y crear look mediante la superposición de capas. Te permite dar personalidad al conjunto a través de la tela de la prenda (terciopelo por ejemplo) o del diseño (como una tipo kimono).






Si os gustan las rebecas clásicas de lana, podéis enfatizar el look combinándolas con vestidos con más personalidad. Por ejemplo, un vestido corto y sencillo de tercioperlo. Luego siempre podéis añadir algún detalle como broches, chapas o pins.





Igualmente este tipo de rebecas luce muy bien con looks con pantalones o leggings, pues permite crear una silueta a través de la superposición de capas y superponer prendas en distintos tejidos.

4 - Rebecas largas: para mi serían las que llegan a la altura del tobillo o a media pantorrilla. Son probablemente las más espectaculares ya que nos recuerdan a una especie de abrigo o capa. Antes solía utilizarlas mucho, pero ahora las encuentro un poco más difíciles de combinar.



Las ventajas de este tipo de rebecas es que abrigan mucho y dan un aire majestuoso a cualquier conjunto. Lucen bien con prácticamente todo, particularmente pantalones y vestidos cortos. Aunque dado el volumen de la prenda, no recomendaría combinarlas con conjuntos que ya aporten de por sí mucho volumen.





Los inconvenientes son varios. Primero, que no siempre son del todo prácticas ya que corren más el riesgo que otras prendas de ensuciarse, arrastraslas o incluso provocar algún agujero si se enganchan con algo, como la hebilla de una bota. El otro inconveniente es que, según cómo y con qué lo combinemos, pero también dependiendo del propio tejido de la prenda, puede dar un aire de "disfraz". Me parece una prenda genial cuando queremos un look más espectacular, para salir una noche. Pero para diario hay que tener cuidado de no acabar imitando un disfraz de vampiro.

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