viernes, 30 de marzo de 2018

Moda gótica: animaos a coser.

Lanzarse a coser no es nada fácil. Sobre todo si no tienes a nadie que te enseñe. Empiezas poco a poco, con cosas fáciles, y te vas animando a hacer cosas más complicadas. Vas aprendiendo técnicas, vas adquiriendo habilidad, compras materiales para hacer tus prendas más interesantes. Y cuando no sabes realmente cómo proceder, siempre te quedan los tutoriales en internet.

Habrá veces que los experimentos te salgan bien, y habrá veces que sean un total desastre. Será de los segundos de los que más aprendas. Pero la satisfacción de lograr algo que has hecho tú misma y que se ve como habías soñado que fuera es genial.

Me animó a hacer esta entrada esta tira cómica que vi realizada por kendrajk porque me sentí muy identificada. Yo soy totalmente autodidacta, y considero que tengo mucho que aprender. Coser es laborioso, requiere tiempo y hasta sufrido. Pero llevar algo que has hecho/personalizado tú y pensar que se ve estupendo es un sentimiento muy satisfactorio.

Así que os sigo animando a atreveros con la aguja y el hilo, aunque sea con el pegamento para telas. Con pequeñas cosas podéis conseguir grandes resultados.






jueves, 29 de marzo de 2018

Mis creaciones: pequeña transformación de una túnica de terciopelo.

Hace un tiempo me regalaron una prenda de Mango en terciopelo negro que estaba muy rebajada. Era una especie de túnica-caftán-vestido en terciopelo negro y largo casi hasta los tobillos.

Por desgracia olvidé hacerle fotos a la prenda original, pero he encontrado las fotos de muestra de la tienda. Viene con su cinturón y puede utilizarse como un vestido cruzado o bien como una especie de rebeca para llevar encima de otras prendas.



El caso es que como vestido no me convencía demasiado. Pero como rebeca me gustaba más la idea. El único problema que le veía es que siendo tan largo, con ese corte a medio camino entre la túnica y el kimono, y yo vistiendo de negro, podía parecer que acababa de salir de una clase de pociones de Hogwarts.

Muchas veces cuando una prenda resulta poco ponible pero resultar demasiado elegante, ya sea por el tejido, el largo, o por ambas cosas, una buena idea para hacerla más asequible a un vestuario de diario es recortarla.

Así que procedí a recortarla para que me quedase a la altura de la rodilla, que es el largo habitual de la mayoría de mis vestidos. Y para reforzar el dobladillo y añadirle algún detalle le cosí al bajo una banda de encaje que me había sobrado de una transformación que le había hecho a un vestido hace un par de semanas.




Me ha gustado mucho el resultado. Ahora lo encuentro más combinable con mis prendas y mi estilo, pero sigue siendo elegante y diferente.



La única duda que me queda por resolver es si le cambiaré los botones.



lunes, 26 de marzo de 2018

Moda gótica: Visto de negro porque me hace feliz.

En la cultura occidental se asocia el negro con la tristeza o la tragedia. No en vano, es el color del duelo y ya desde el siglo XIX se regulaba de forma estricta el tiempo en que una viuda o viudo debía llevar atuendos negros.



Hoy día la idea del negro ha evolucionado en cierto sentido. Se dice de él que es un color elegante y misterioso, que otorga un aire serio y formal. Pero se sigue asociando con un cierto sentimiento de melancolía, y en particular con ciertos símbolos como la Muerte.

Vestido de duelo de 1902

Es por ello que mucha gente asume que si vistes de negro es porque habita en ti un sentimiento de tristeza, o incluso porque sufres algún tipo de depresión. Se suele asumir que los góticos son, sencillamente, gente triste.

Ciertamente la subcultura tiene una fuerte relación con el universo de la muerte, lo macabro y lo tétrico. Y el negro suele ser el color por excelencia asociado a esos escenarios. No es casualidad que los románticos del siglo XIX hicieran del negro su color predilecto. Ni tampoco que el personaje de Drácula apareciera normalmente ataviado de negro en la novela de Bram Stoker.


Nosferatu (1922)

En la literatura, el arte y la imaginería de lo esotérico hay una suerte de sincretismo entre lo gótico y el color negro. Son dos elementos que solemos asociar como indisolublemente unidos, como si todo lo negro fuera gótico, y todo lo gótico fuera negro (o algo parecido).


Mujeres parisinas en 1910

Es por ello que muchos padres se preocupan cuando sus hijos comienzan a vestir de negro de manera cada vez más habitual hasta hacerlo el color omnipresente de su armario. Y muchos comienzan a pensar en su entorno que esa persona puede estar sufriendo algún tipo de problema emocional, o directamente haber caído en una depresión.

Pero lo cierto es que desde la perspectiva de un gótico, el negro no tiene porqué representar necesariamente algo triste o ser señal de depresión. Es cierto que todos somos conscientes de las connotaciones simbólicas del negro, como su relación con la muerte y lo siniestro. Y sí, no negaremos que en parte por eso nos atrae. Porque tiene algo de simbólico, y sin duda es uno de los colores con más "personalidad" por decirlo de algún modo. El negro es poderoso, elegante y misterioso, todo a la vez.


Pero también podemos ir más allá y ver algo de calidez en el negro. Es también una suerte de "refugio" agradable, un lugar en el que sentirnos cómodos y seguros. Es, por encima de todo, algo que nos representa, con lo que nos sentimos identificados de alguna forma, pero sobre todo que nos hace sentir bien.

Hace un par de semanas murió uno de mis perros. Es siempre una experiencia muy triste, aunque quieras consolarte pensando que era muy viejo y ha vivido una buena vida. Fue un día difícil, en el que no tenía ganas de hacer nada, pero en el que tenía que salir por fuerza. Entre la tristeza y la desgana, ponerme a reflexionar en qué iba a ponerme para salir supuso un poco de alivio, cuanto menos me ayudó a dejar de darle vueltas a lo mismo.


Recuerdo que me puse una falda larga de terciopelo negro, un top y una rebeca también negros. Sentí como si la ropa me "abrazara" llevándome a un lugar un poco más agradable y en el que me siento más fuerte y cómoda.

Así que vestid de negro si eso os hace felices y os hace sentir bien. No hagáis caso a los repetidos y repetitivos comentarios sobre si vas de luto o si falta mucho para Halloween. Viste de negro porque quieras, porque te haga sentir bien. Sencillamente, porque te hace sentir feliz.


viernes, 23 de marzo de 2018

lunes, 19 de marzo de 2018

Cine: Winchester.

Título: Winchester.
Director: Los hermanos Spierig.
Actores: Helen Mirren, Jason Clarke, Sarah Snook.
Género: terror, drama, histórico.
Valoración: 4/10.



Que triste es cuando tienes una fantástica historia de fantasmas que explotar con un contexto y personajes reales, y la desaprovechas tontamente para reducirla a una película de terror al uso que no hace más que explotar cliché tras cliché.

Así tenemos un buen trasfondo: una casa victoriana con docenas de habitaciones que no para de reconstruirse y ampliarse, haciendo de ella un auténtico laberinto. Y también un interesante personaje principal: Sarah Winchester, viuda del fabricante de armas, atormentada por la violencia generada por la creación de su marido.

¿Y qué hacemos con estos dos buenos elementos? En vez de sacarles todo el jugo posible creando una atmósfera interesante, nos limitamos a sobresaltar al espectador (que no asustar), haciendo que las cosas aparezcan de repente y subiendo el volumen de los efectos de sonido. Y para colmo la mayoría de los sustos son más que predecibles.

El escenario de la casa es fantástico, muy bien ambientado, con ese aire misterioso, romántico y a la vez tétrico. Y aunque las habitaciones que vemos están realmente bien, no se aprovecha el concepto "laberíntico" de la casa, pues apenas se muestran unas pocas habitaciones, y ninguno de los personajes (ni siquiera el psicólogo, que se supone que la ve por vez primera) parece perderse de verdad por ella.

La idea de los espíritus que vienen a atormentar a la viuda Winchester también se desaprovecha en su mayor parte. El matiz de que contacten con ella para dar solución a sus "asuntos pendientes", incidiendo incluso en el diseño de la casa suponía un buen principio. Pero luego se disuelve al centrarse en el caso de un único fantasma, cuya historia es floja y ya contada mil veces.

Lo peor es que las supuestas reglas que rigen en esa casa, como que haya fantasmas encerrados porque no son capaces de encontrar la paz, no siempre funcionan muy bien o incluso parece olvidarse en ciertos momentos de la película. ¿Por qué, si estos son espíritus incapaces de encontrar el descanso, al final de la cinta parece que siguen las órdenes del personaje de Helen Mirren? ¿Por qué vuelven pacíficamente a sus habitaciones si se supone que la odian?

En cuanto a los restantes personajes, el doctor Eric Price, personaje hecho para "guiar" al espectador, es totalmente prescindible. Hubiese sido más interesante seguir al de Sarah Winchester, incluso antes del momento cronológico en el que se inicia la película. Sobre los otros personajes de la cinta, la sobrina y nieto de Mirren, igual de aburridos y suprimibles.

Si bien es cierto que el diseño de la casa me gustó mucho así que como otros aspectos técnicos como el vestuario, hubo otro elemento muy propio del estilo de terror moderno que me fastidió. El diseño de los muertos no es particularmente original, y continúo sin entender esa moda de ponerle a los difuntos ojos color "celeste radioactivo tipo perro husky". No dan más miedo, creo que incluso te los crees menos.

En conclusión, un argumento flojo y en ocasiones hasta carente de sentido en la forma en que se desarrolla, desaprovechando los buenos elementos de lo que disponía (contexto histórico, escenario y a Helen Mirren). Le doy 3 puntos por la casa, y otro más por Helen Mirren, que es el único personaje que vale algo la pena.

jueves, 15 de marzo de 2018

La nueva colección de IKEA con un toque goth: Omedelbar.

IKEA pone a la venta su nueva colección Omedelbar, que significa inmediatez. Se trata de una colección en blanco y negro con algunos toques rojos. Tiene un aire retro, decidido y estilo retro.