Pequeños toques goth en tus objetos cotidianos.

Me gusta que todas mis cosas sean lo más parecidas posibles a todo aquello que me gusta o con lo que me identifico. Me agrada sacar el monedero o la funda de las gafas y ver reflejados en ellos un pequeño pedacito de mi misma. Y es que podemos darle un pequeño toque oscuro no sólo a todo aquello que se ve, sino también a aquellos objetos que llevamos habitualmente con nosotros.

Muy a menudo, por multitud de razones (escolares, laborales, familiares, etc...), no podemos vestir como queremos. En determinadas ocasiones o en ciertos lugares tenemos que respetar un determinado código de vestir. Cuando es algo que se repite habitualmente, nos acaba causando la sensación de que tenemos que "disfrazarnos", ocultando nuestra verdadera naturaleza bajo una ropa que no siempre se adapta todo lo que queremos a lo que nos gusta.

Para hacer más llevaderas esas ocasiones, tener con nosotros pequeños objetos cotidianos que se acercan más a nuestra verdadera naturaleza puede ser muy agradable. Hoy os presento mis pequeños objetos cotidianos.

En mi llavero tengo una pequeña Kimidoll que me regaló mi madre y una calavera de metal que me regaló mi novio.

Luego tenemos mi monedero (al fin uno nuevo después de diez años con el mismo). Escogí uno negro con pequeñas tachas metálicas. Es muy amplio y tengo mucho espacio para todo.

Mi funda para las gafas es en color blanco con la parte superior de encaje negro. Es muy original y me encantó en cuanto la vi.

Siempre llevo conmigo un pequeño necessaire con algunas cosas de maquillaje como un lápiz de ojos o la barra de labios que haya utilizado ese día. El mío es de terciopelo negro (se lo regalaron con algún perfume a mi madre), y en el interior siempre llevo mi pequeño espejo con una calaverita en la parte de atrás.

Finalmente suelo llevar también este pequeño monedero del personaje "Kuma-kun" (es un osito sangriento con una curiosa historia). Lo utilizo para llevar alguna pinza para el pelo por si me lo quiero recoger y también para llevar algunas pastillas (nunca sabes cuando te va a atacar un dolor de cabeza o un dolor de estómago).