viernes, 15 de diciembre de 2017

Cine japonés de terror: Kwaidan (1964).

Título: Kwaidan.
Género: terror.
Año: 1964.
Director: Masahi Kobayashi.
Actores: Rentaro Mikuni, Michiyo Aratama, Misako Watanabe.


Kwaidan es una recopilación de cuentos tradicionales sobrenaturales con temática de terror. A través de sus cuatro historias, descubrimos personajes del folclore japonés asociados normalmente a historias trágicas y de terror.

Desde la mujer de largo cabello negro, a la Yuki Onna o mujer de la nieve, la historia del monje ciego que cada noche iba a tocar música para samuráis muertos en una batalla o el guerrero que veía un espíritu en el agua, todas sus historias son mágicas y terroríficas al mismo tiempo.


Con todo, hay que decir que Kwaidan no es una cinta de terror como la entenderíamos hoy en día. Su objetivo no es darnos miedo, sino narrarnos un cuento. Un cuento cuyo trasfondo es en cualquier caso de terror. No esperéis que esta cinta os asuste, pero sin duda se puede enmarcar dentro del género por su trasfondo oscuro y dramático.


Con una cuidadísima escenografía, a medio camino entre el cuento y el teatro, una magistral interpretación de cada uno de sus actores, precisos y elegantes en cada uno de sus movimientos, y sus cuatro apasionantes historias, Kwaidan es oscuro, hermoso y profundo tanto en el fondo como en la forma.


Cuenta con pocos escenarios exteriores y la mayoría están rodados en escenarios que parecen sacados de cuento, con se juega con sus fondos pintados y los contrastes de colores. El uso de las luces, los claroscuros y los juegos de focos para iluminar a los personajes en el momento preciso es también muy destacable y ayuda a crear esa atmósfera ligeramente mística y mágica.


Con la notable excepción de la tercera historia de Hoichi el monje sin orejas, la música no destaca particularmente, pero aparece en los momentos precisos e intensifica el efecto de cada escena.


Los actores realizan un trabajo excelente, en particular me gustó la interpretación de Keiko Kishi como Yuki Onna, cuyo rostro imperturbable aparece dotado de una escalofriante aura sobrenatural.


La única pega que puedo ponerle a esta película es su duración: supera las 3 horas. Su ritmo es pausado y tranquilo. Así que yo recomiendo, si no pretendéis verla de una sola, ir haciendo pausas entre cuento y cuento. 


No hay comentarios: