domingo, 7 de noviembre de 2010

Pintura: Edward Burne-Jones.

Edward Coley Burne-Jones (1833-1898) nace en Birmingham en 1833, hijo de Edward Richard Jones y de Elisabeth Coley, que morirá pocos días después del parto. A los once años se inscribe en la King Edward´s School, conocida por su rigor y severidad, donde se distingue como uno de los mejores alumnos. En estos años se apasiona por el dibujo y sigue los cursos de la escuela local de arte. En 1852 es invitado por un compañero de clase, Harry Macdonald, y conoce a una de sus hermanas, Georgiana, con quien se casará en 1860 y que será su primera biógrafa.




En 1853 entra en el Exeter College de Oxford, donde contacta con William Morris, de quien se hará amigo inseparable. Juntos se apasionaron por la literatura y la historia medieval en oposición a la cultura de las máquinas y de la industria que, según ellos, destruían la belleza y la poesía. En 1854 conoce a los Prerrafaelistas, quedando fascinado por Dante Gabriele Rosseti, quien, teniendo sólo cinco años más que aquel, lo considerará siempre un fiel discípulo.




Rossetti lo anima a dedicarse al arte y a que abandone sus estudios en Oxford, proporcionándole, gracias a sus contactos, los primeros encargos importantes. En aquellos primeros meses, Edward realiza diseños de tema medieval para vidrieras, que le procuran la aprobación y el aprecio de la crítica. En 1861 y 1866 nacerán sus dos hijos, Phillip y Margaret. Una hermana de Georgiana, Alice, se casará con John Lockwood Kipling, padres del futuro gran escritor Ruyard Kipling.




A pesar de no llevar estudios regulares de arte, Burne Jones aprendió rápidamente las técnicas de pintura, utilizando preferentemente acuarela, con la que conseguía expresar mejor su innato talento. En 1864 es elegido miembro de la Old Water Color Society, donde expone con regularidad su trabajos y encuentra compradores para sus pinturas, mejorando sus condiciones económicas. En 1871 y 1873 viaja a Italia, completando su formación técnica al encontrarse con los grandes maestros del Renacimiento, lo que al mismo tiempo le proporciona gran cantidad de temas y personajes para sus propias obras.




El 1877 marcó una etapa fundamental en la carrera de Burne-Jones al participar en la muestra de Grosvenor Gallery, lo que le proporciona gran éxito, que pronto sería internacional. En 1878 participa en la Exposición Universal de París. En la siguiente década fue considerado el más grande artista británico vivo, y su popularidad creó una verdadera moda.


En los últimos años de su vida pintó cuadros de grandes dimensiones, como El último sueño de Arturo en Avalon, de más de 7,5 metros de altura, o el Ciclo de Perseo. Realizó igualmente numerosas ilustraciones para vidrieras y libros, como los tres arcángeles de la iglesia de Saint Margaret. También diseñó muebles, decoraciones, mosaicos y escenografías teatrales.




Alcanzó la cumbre de su éxito en 1889, cuando sus pinturas fueron alabadas en la Exposición Universal de París. En 1894 fue nombrado baronet, y tan sólo cuatro años después falleció.



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