lunes, 12 de abril de 2010

El origen de las cosas: el Pentagrama y el Ankh.

-El Pentagrama: se trata de un símbolo con múltiples significados, pero siempre fundado sobre el número cinco, que significa la unión de los desiguales. Se trata de una unión fecunda entre el tres, que simboliza al macho, y el dos, que coresponde al principio femenino. Simboliza por tanto la androginia. Históricamente ha servido de símbolo de reconocimiento entre los miembros de una sociedad, como por ejemplo en la Antigua Grecia a los Pitagorinos. Significa así mismo el matrimonio, la felicidad y la consecución de los objetivos. Se ha considerado siempre como el símbolo de la perfección. Según Paracelso, un alquimista del Renacimiento, es uno de los símbolos más poderosos.

En Europa el Pentragrama se convierte no sólo en un símbolo de conocimiento, sino como un medio de conjuración y adquisición de poder, de ahí su asociación a la magia. Incluso fue común entre los Griegos la equivalencia entre el Pentagrama y la expresión latina "Vale" que significa "Cuídate mucho". Por ello se lo asociaba igualmente con la Diosa Higea, protectora de la salud. Entre los Egipcios la estrella se asocia a Horus como símbolo de la materia primordial, de la vida y del fuego sagrado.

-El Ankh: es el símbolo de la vida eterna, de "millones de años de vida futura". Es uno de los atributos de Isis, pero se ve en todas las divinidades como símbolo de la vida divina y de la eternidad. En las manos de los mortales representa un deseo de vida inmortal feliz junto a Isis y Osiris. Su círculo es la imagen perfecta de aquello que comienza y que no tiene fin. Representa un estado de transición, concretamente el estado de muerte hacia la vida eterna, y en algunos templos se asocia con los iniciados. Es al mismo tiempo un símbolo de protección de los misterios sagrados. Según el capítulo 46 del mal llamado "Libro de los Muertos", al colgar del cuello de una momia la cruz egipcia, se la estaba poniendo bajo la protección de Isis. Es un nudo mágico que enlaza la combinación particular de elementos que originan un individuo, asociándolo de nuevo con la idea de vida. Desde un punto de vista macrocósmico, representa el sol, el cielo y la tierra, y desde un punto de vista microcósmico, la figura de un hombre.

Fuente: Dictionaire des Symboles, Jean Chevalier et Alain Gheerbrant. Diccionario de Símbolos Juan-Eduardo Cirlot.

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